- Antes de solicitar un aumento en el cupo de endeudamiento, es necesario recortar los gastos y estabilizar las finanzas públicas. Es de urgente necesidad recortar el gasto para evitar una crisis fiscal.
- El Gobierno entre enero-mayo recaudó 16 billones de pesos por debajo de la meta establecida, suficientes para construir 160 colegios o 140 hospitales.
- Es insostenible mantener una deuda que se expande a tasas más altas que el crecimiento de la economía. Este es el cóctel perfecto para una crisis fiscal.
- El Gobierno gasta mucho y gasta mal. Mientras la ejecución del componente de funcionamiento va acorde a su promedio histórico, la ejecución en inversión se encuentra en su mínimo de los últimos 8 años.
Bogotá, 11 de junio de 2024.- Durante las sesión de comisiones terceras conjuntas de Senado y Cámara, el senador Miguel Uribe presentó ponencia de archivo para el Proyecto de Ley de Ampliación del Cupo de Endeudamiento y centrarse en estabilizar las finanzas públicas, presentado por el gobierno de Gustavo Petro. Durante su exposición el senador insistió en que “incrementar la deuda solo hará al país más vulnerable a crisis financieras y reducirá su capacidad de respuesta ante futuras emergencias. Es necesario recortar los gastos, reducir la deuda y hacer estimaciones realistas sobre el recaudo para asegurar un futuro económico estable para todos los colombianos. La falta de una política fiscal responsable está impidiendo que los recursos públicos dinamicen la economía y se generen empleos, mientras se persigue al sector privado y se atenta contra el crecimiento económico”.
Agregó que es injusto trasladar el costo de la incapacidad del gobierno a los ciudadanos. Endeudarnos más con un manejo fiscal irresponsable solo agravará el estancamiento económico en el que estamos. El gobierno Petro debe tomar acciones para cumplir los compromisos financieros sin perjudicar a los colombianos. Como una familia que no puede endeudarse ilimitadamente, el país tampoco puede seguir acumulando deuda, especialmente cuando los ingresos caen y el costo de endeudarse es muy alto.
Presentó los argumentos que respaldan el hecho de que el Gobierno Nacional enfrenta una crisis financiera sin precedentes debido a la dramática caída del recaudo tributario. En los primeros cinco meses de 2024, los ingresos han disminuido un 4,4%, lo que representa una pérdida de 5,3 billones de pesos en comparación con 2023. Para ponerlo en perspectiva, esta cifra es equivalente a la inversión necesaria para las vías Pacífico 1 y Pacífico 3, proyectos estratégicos que conectan municipios en Antioquia y Caldas. Ni siquiera durante la pandemia del COVID-19 se había visto una contracción tan significativa, con una caída de ingresos del 40,9% solo en abril.
El recaudo tributario proyectado por el Gobierno para 2024 es 16 billones de pesos menor a la meta de 132,1 billones. Esto significa que se dejaron de percibir recursos suficientes para construir 160 colegios o 140 hospitales, infraestructuras esenciales que podrían transformar la vida de miles de colombianos. La incapacidad del Gobierno para cumplir con sus metas de recaudo no solo afecta estos proyectos cruciales para la comunidad, sino
que también refleja una alarmante negligencia en la gestión de las finanzas públicas. La incertidumbre generada por el Gobierno está destruyendo la semilla del crecimiento económico, traduciéndose en una pérdida de 17 billones de pesos este año, dinero con el cual se podrían construir 115 mil viviendas de interés social, fundamentales en medio de la crisis del sector vivienda que enfrenta el país.
“El manejo irresponsable del presupuesto ha llevado al Gobierno a gastar más en funcionamiento, superando los niveles históricos, mientras la inversión se queda rezagada”, aseguró Uribe.
A pesar de tener el presupuesto más alto en términos reales, la ejecución del presupuesto de inversión en 2023 fue la peor desde 2006. Este enfoque no solo afecta el crecimiento económico, sino que también eleva las tasas de interés y el costo de vida para los colombianos. La depreciación de la moneda y el aumento de la prima de riesgo están ahuyentando a los inversionistas, poniendo en peligro la estabilidad financiera del país.
Colombia está pagando tasas de interés más altas que sus pares regionales, lo que significa que el costo de endeudamiento para los hogares y las empresas es mayor.
El deterioro de las finanzas públicas ha llevado a una situación de emergencia donde se necesita recortar el gasto para evitar una crisis fiscal. Según JP Morgan, el Gobierno debe recortar su gasto en un 1,6% del PIB, equivalente a 26 billones de pesos. El equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá estima que el ajuste necesario es de 48 billones de pesos. La caja del Gobierno no ha estado tan apretada en los últimos 10 años, un reflejo de las cuentas alegres y la mala gestión financiera. El saldo de disponibilidad del Departamento Nacional de Planeación en el Banco de la República está muy por debajo de los años anteriores, evidenciando la difícil situación de liquidez que enfrenta el gobierno.
El Fondo Monetario Internacional estima que, debido a la menor inversión, el PIB de Colombia crecerá un 1% menos durante los próximos años. Dos tercios de esta caída en la inversión se deben a la incertidumbre generada por las políticas del gobierno de Gustavo Petro. Este gobierno incapaz, fiel a su ideología, persigue al sector privado y atenta contra el crecimiento económico, perjudicando a todos los colombianos.
No podemos seguir acumulando deuda sin considerar las consecuencias a largo plazo para las generaciones futuras. Es imperativo recortar los gastos, estabilizar las finanzas públicas y hacer estimaciones realistas sobre el recaudo para asegurar un futuro económico estable para todos los colombianos.